Por
@Joaquin_Pereira
La mañana
del 16 de octubre del 2013 comenzó algo movida pues un peregrino se peleó con
el posadero sólo por cobrarle un café.
En esta
jornada pasé por Ponferrada y luego llegué a Villafranca del Bierzo. En el
albergue municipal me dieron la cama 13 en el cuarto 2. El clima está muy
lluvioso y frío.
Llegué tosiendo al otro albergue y
una peregrina me dijo en su pobre español “¿you enfermo?”: Estaba un poco
cansado y con tos pero estaba bien.
Los dos últimos días no he
conseguido alguna conexión a Internet, quizás en el mundo que dejé atrás se
estaban preocupando por mí.
Durante el día tomé dos cafés por 2.50
euros, una coca cola y un jugo por 1 euro cada uno; comí dos naranjas,
ensalada, pepitonas, maní y chicle.
Logré recorrer el pueblo para tomar
fotos. Me impresiona caminar por sitios con siglos de historia.
El sitio más interesante es la
llamada “puerta del perdón” ☺: una de
las entradas de la iglesia del pueblo se usaba en años de jubileo del camino –
cuando la fecha del santo cae en domingo - para otorgar la compostela –
certificado de peregrinación - a los peregrinos muy agotados o heridos que no
podían llegar a Santiago.
Había un equipo de televisión
grabando un programa en las afueras de la iglesia. Vi un pedazo de la puerta
desprendido en el piso y lo tomé de recuerdo.
Reflexionado sobre lo que ha venido
logrando el camino en mi concluyo que me siento vacío: no odios, no deseos, no
culpas,… Soy una buena persona pero ya no más me dejo pisotear o ningunear por
nadie: yo valgo mucho.
Faltan 180,5
kilómetros a Santiago y sólo tengo 7 días disponibles para hacer el trayecto.
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